Daniel Hernando Devia Torres, de 59 años, colombiano de Bogotá, ha emprendido junto a su esposa Silvia Gutiérrez Vivía lo que es mucho más que un simple viaje: llegó a Italia para seguir las huellas del trastatarabuelo Dioniso, que en 1830 había dejado la provincia de Imperia para partir en busca de fortuna hacia América del Sur. La experiencia se organizó en el marco del proyecto Italea.

Después de conocer las instituciones, Daniel y Silvia visitaron la Fundación Casa América en vía dei Giustiniani, donde el presidente y la directora han recibido a los cónyuges colombianos relatando las actividades llevadas a cabo por la institución cultural que promueve el diálogo político, las relaciones económico-comerciales y culturales entre Italia y la Unión Europea con las Américas. También aquí el Grupo Folclórico de la Ciudad de Génova ha propuesto otra canción del repertorio tradicional, “Cose dixeiva a nonna”, y contó la historia de las ropas de los antiguos oficios, del “Camallo” al pescador.

Después de probar el pesto y la focaccia, especialidades imperdibles de la cocina genovesa, Daniel y Silvia continuaron su recorrido por la ciudad hasta llegar al Galata Museo del Mare, caminando por las pintorescas callejuelas del centro histórico y admirando la belleza de la catedral de San Lorenzo y el Porto Antico. Una vez en el MuMa, los viajeros tuvieron la oportunidad de sumergirse en el mundo de la navegación, primero deteniéndose en la historia de Cristóbal Colón, las carabelas y el descubrimiento de América, y luego dedicando una amplia profundización al mundo de las migraciones, a la que la estructura del museo dedica una sala de exposición. El viaje de Daniel en busca de sus orígenes continuó luego hacia la provincia de Imperia, a Lucinasco y Borgoratto.

«Hemos estado buscando nuestras raíces durante muchos años, habíamos comenzado nuestra búsqueda por nuestra cueta; luego nos pusimos en contacto con Italea y juntos pudimos organizar este hermoso viaje. Estamos muy emocionados y esperamos descubrir todo lo que podamos, y luego volver a casa y poder decirle a nuestros hijos y a mi padre, que tiene 80 años y no pudo venir con nosotros a Italia, todo lo que vimos aquí – explica Daniel Devia – Mi papá siempre me hablaba de mi abuelo Cirillo y del bisabuelo, pensaba que eran de Bolonia pero gracias a unos estudios descubrimos luego que eran ligures, por eso estamos aquí hoy».