¿Ya sientes el calor de las fiestas? No es demasiado tarde para organizar un viaje en Navidad y volver a Italia para vivir los recuerdos más queridos!
Después de 800 años desde la primera representación del Pesebre, el hilo que une el pequeño pueblo de Lacio a Belén es más firme que nunca
En 1223 en Greccio, un pequeño pueblo en la provincia de Rieti, San Francisco – después de un viaje a Palestina – reconstruyó con personas y animales las escenas de la Natividad, realizando así la primera representación que en los siglos siguientes sería replicada en todas las casas del mundo. Después de 800 años desde el primer Pesebre, el hilo que une el pequeño pueblo de Lacio a Belén es más fuerte que nunca. Considerado el primer pesebre viviente de la historia, el de Greccio es un evento que une espiritualidad e historia. Cada año, la celebración honra la tradición atemporal instituida por San Francisco, reviviendo la historia de la Natividad en un escenario evocador.
Tradición sin tiempo
No es un belén vivo como los otros, sino una recreación: una oportunidad única para aquellos que tienen sus orígenes en el Lacio, para redescubrir un territorio de extraordinaria belleza natural y artística. El Pesebre vivo de Greccio invita a todos a hacer un viaje al pasado, reviviendo una tradición que entrelaza la fe, la comunidad y la magia de la Navidad. Un recorrido inolvidable en el patrimonio cultural del Lacio que, a partir del 8 de diciembre, día en que se celebra la Inmaculada Concepción, atrae peregrinos y visitantes de todo el mundo.