¡Qué experiencia increíble fue nuestra visita a Fontanarosa! Desde el principio, nos habéis acogido con afecto y nos habéis hecho sentir como en casa, un gesto que nunca olvidaremos.

Partimos de Belo Horizonte con nuestras raíces italianas envueltas en el misterio.

Su pasión por el cultivo del olivo y la viticultura ha sido realmente contagiosa. Hemos disfrutado cada momento de la transferencia de conocimientos sobre las técnicas de degustación del aceite de oliva virgen extra, una experiencia que ha añadido un toque especial a nuestro viaje y nos ha enriquecido profundamente. Sin la degustación sensorial no habríamos podido entrar de lleno en los sabores y olores que envolvían la vida cotidiana de nuestros antepasados: fue emocionante, como hacer un viaje por la historia.

Nos habéis inspirado con vuestra dedicación, demostrando que el vínculo con la tierra va más allá de las barreras geográficas. ¡Nosotros en Brasil producimos café!

Aunque no estamos seguros de qué parte de Italia vinieron nuestros antepasados, sentimos una conexión tangible con sus tradiciones y nos sentimos parte de una familia agrícola más amplia.

Ahora estamos listos para descubrir mucho más y seguramente recurriremos a un experto genealogista para nuestras investigaciones histórico-familiares.